Para asegurar la continuidad de los resultados de este trabajo conjunto, ONAC se dio a la tarea de realizar un análisis estructural, mediante el cual se identificó que el sistema de cobro con el que históricamente venía operando, y que se ajustaba año a año de acuerdo al incremento del IPC (Índice de Precios al Consumidor), era un sistema que cobraba una tarifa plana, aún cuando los costos inmersos en cada esquema de acreditación son totalmente diferentes, lo cual comprometía la cobertura de los gastos administrativos y costos operativos asociados a la prestación de los servicios.
Fue así como dicho análisis condujo al diseño de un modelo en función de su sostenibilidad: el MIT – Modelo Integral de Tarifas